Pues sí amigos, parece que el verano llega por fin con sus calores, la minifalda, las maletas, el viaje soñado, las vacaciones, mosquitos nocturnos, etc.
Insertos como estamos en plena canícula y después de algunos domingos un tanto irregulares en nuestras salidas dominicales casi es una aventura presentarse en el Melgar esperando ver quien aparece y cual es el recorrido a realizar.
Este domingo a las 10 éramos los siguientes: Manolo, Jandro, Alberto, Elías, Jose Manuel, Benito, Beni, Nacho y el cronista.
Sí amigos, habéis leído bien, nuestro amigo Nacho, todo un competidor en categoría Master nos acompaña en el día de hoy.
Y ni corto ni perezoso se coloca en cabeza de pelotón para iniciar nuestra salida camino de La Bañeza. Marca un ritmo endiablado que provoca que a más de uno le cueste digerir las mantecadas del desayuno.
Yo le acompaño en cabeza mirando de reojo a ver donde lleva puesto el dorsal, porque este hombre no para de dar pedales.
El día es agradable, soleado, viento de momento sin molestar y la gente se anima y le intentamos seguir el ritmo a nuestro bravo compañero.
Vamos mirando el relojito de la bici que indica al llegar a La Bañeza una media de 35,8.
Aquí Jandro decide regresar a casa para estar pronto con la familia.
El resto seguimos girando a izquierdas camino de Santa María del Páramo. Toma la cabeza Beni y sigue Nacho dando pedales con él. Aquí el viento sí viene de cara y endurece el pedaleo. Benito va detrás de Nacho y no le pierde la rueda, ahí es nada amigos, este veterano ciclista debe tener superpoderes.
Llegamos a Santa María y hay dos giros a izquierda antes de tomar la carretera CL-621, pero mi ignorancia casi nos lleva a tomar el camino equivocado, menos mal que el resto está bien atento y no se despista. Tomamos una carretera de recién asfaltado con lo que parece ser una carril bici en los laterales de ambos sentidos, el ritmo no decrece pero aún así Nacho tiene tiempo de sacar algunas fotos en marcha.
Pasamos Urdiales, Matalobos y por fin llegamos a Veguellina. Aquí Nacho nos deja en cabeza a Beni y a mí y bajamos un poco el ritmo a pesar de seguir estando sobre los 33 Km/h, el viento por fin disminuye.
Giramos a derechas camino de Hospital de Órbigo. Y después seguimos recto hasta Benavides.
Hacemos un alto en la fuente bien conocida por todos para repostar agua y tomar algunos alimentos. Manolo ya viene muy castigado y le toca remar en solitario muchos tramos.
Seguimos camino de Antoñán del Valle donde debe haber alguna celebración y mucha gente está en medio de la calzada dándose efusivos abrazos, los esquivamos no sin lamentar la falta de conocimiento y la relajación de algunos veraneantes al llegar a estos lugares de descanso generando algunas situaciones de peligro.
Subimos el ´pollo’ de Antoñán y en cabeza nos animamos Jose Manuel y yo mismo, hay que ver como sube este ciclista con su flamante Cervélo. La bici le hace justicia.
Llegamos todos unidos a Cogorderos menos Manolo un poco retrasado. Aquí el pelotón se detiene unos momentos y algunos se dispersan como es mi caso, yo me dirijo hacia Sueros a visitar a mi hermano que hoy no ha podido salir con nosotros por labores caseras, pero que pronto lo veremos rodar.
Hasta ese momento llevábamos una media de 33,5 km/h sobre un recorrido de 80 kilómetros.
Espero que el resto de mis compañeros haya llegado sano y salvo a casa después de un día de ciclismo explosivo que nos ha regalado nuestro amigo Nacho.
Saludos a todos los que nos leen.
Seguimos pidiendo mucha atención en las carreteras.
Jose – Bk Ast
