lunes, 21 de marzo de 2011

Cronica domingo 20 de marzo

Obligada mención desde nuestro Club es el fallecimiento de un compañero ciclista de nuestra ciudad en un accidente en Picos de Europa. Descanse en paz Ángel.

Hoy domingo la previsión del tiempo era inmejorable: sol, cielo despejado, poco viento y temperatura que rondaba los 18 grados sobre el mediodía.
Es una época ésta de inicio de temporada para muchos ciclistas y ya mas de uno anda en alguna participación o planea alguna. Renace la pasión de las dos ruedas con el buen tiempo.
No obstante todavía hoy la mayoría de compañeros llevaba el atuendo de frío o casi frío y pocos se atrevían con el culote corto.
En el Melgar éramos los siguientes: Manolo, Avelino, Jandro, Alberto, Carlos, Rafa, yo y Andrés. Este último, con doble nacionalidad maragato-madrileño sólo se acercó a saludarnos y charlar un rato ya que hizo un recorrido independiente y regresaba ya pronto a su casa de Brazuelo. Un saludo amigo Andrés.
Claro está echamos en falta a Alex, pieza fundamental de nuestro entramado deportivo y administrativo. Una lesión de rodilla le tiene retenido temporalmente. Saludos y esperamos tu pronto regreso Alex.
Nos ponemos en marcha y Alberto recibe la llamada de Pedro para que le esperemos y así lo hacemos pero simplemente reduciendo nuestra velocidad siguiendo la carretera del Val de San Lorenzo en espera de que nos alcance. Y bien que le costó porque al final tuvimos que detenernos y esperarle en Lagunas de Somoza.
A todo esto Manolo y Rafa se habían adelantado tomando cierta ventaja en previsión del recorrido montañoso que se nos planteaba hoy.
En fin que montamos el grupete de persecución acostumbrado en búsqueda de estos dos escapados que nos llevaban bastante adelanto.
Pasamos por Luyego, Quintanilla y Filiel, (ya en la misma falda del Teleno, inicio de muchas excursiones a nuestro monte más emblemático) y que hoy presentaba una cima con abundante nieve y ha sido nuestro paisaje de fondo en casi todo el recorrido, precioso desde cualquier punto. 
Después subimos hasta Lucillo, ya sabéis, carretera recién asfaltada, así da gusto. Antes de iniciar el ascenso damos caza a la pareja escapada. Y seguidamente inicio en solitario de esta subida no muy larga pero exigente por momentos con algún porcentaje doloroso.
Carlos desde atrás viene en mi busca y me alcanza coronando en el cruce los dos juntos, paramos y esperamos a los demás. Es momento de comer, beber, fotos y ruegos y preguntas.



Seguimos hasta Lucillo ya todos unidos y bajamos raudos hasta Santa Colomba. El pelotón se reagrupa pero el inicio de puerto esta cerca y ya cada uno elige estrategia o posición. Durante este tramo de subida hasta Rabanal se forma un grupo en cabeza que poco a poco se aleja del resto, esta formado por Carlos, Jandro, Avelino y por mí.
El ritmo es alegre y a la llegada a Rabanal Jandro ya toma camino de casa, las obligaciones familiares lo primero.
Así que quedamos los tres restantes e iniciamos la subida de este puerto mítico en el camino de Santiago, La cruz de Hierro. Son unos 7 kilómetros con pendiente media del casi 6%.
Desde bien iniciado ya se aprecia que Avelino va bien así que toca seguirle y esperar acontecimientos. Carlos se pone a su rueda pero con el plato pequeño intentando conservar al máximo las fuerzas.
Yo voy detrás esperando aguantar el ritmo y deseando que mi rodilla maltrecha me permita hacer una buena ascensión.
Avelino marca ritmo constante y sigue con plato grande.
Sobre medio puerto Carlos cede de forma rotunda y se descuelga de nosotros, Avelino va tan tranquilo que ni se da cuenta (el ritmo no baja de 20 k/h). Por mi parte veo alejarse a Carlos y mi cansancio casi me aconseja seguirle, pero ya sabéis, el espíritu del ciclista es aguantar, así que con un gesto en la cara de dolor constante permanezco pegadito al maestro una vez más. Un kilómetro mas adelante Avelino se percata de la ausencia y me comenta alguna cosa, yo no puedo ni responder, decido guardar todo el aliento hasta coronar.
Los dos a plato grande bajando piñones al ponernos en pie y subiéndolos al sentarnos. Volvemos a parecer sincronizados. Y a mí me parece que voy a recibir otra lección en este tramo libre.
Mi gesto de dolor en el rostro es claramente visible y Avelino se da cuenta.
Por mi pensamiento pasan los miles de kilómetros que me lleva Avelino de ventaja en su vida y que me los está mostrando a cada pedalada suya dolorosa para mí.
No es narcisismo, Avelino es ciclista por naturaleza y le sale así disfrutar de la bicicleta sin pensar en nadie ni en nada más.
El final se acerca, llegamos a Foncebadón y finalmente bajamos los dos al plato pequeño. Las rampas más duras se acercan y seguimos pegados. Las afrontamos con algo de expectativa sobre el ‘pollo’ con ciertos tirones probándonos uno al otro.
Decido dar un tirón en la parte mas alta pero el maestro me sigue sin problemas.
Llaneamos en silencio en la parte alta sabedores del desenlace y realizamos el sprint final por cortesía mutua llevándose Avelino el ‘Pollo’ con solvencia.
Una lección más del maestro.


Es una pena que no podamos verlo en video, quedaros al menos con mi relato.
Arriba Avelino me comenta alguna cosa pero bastante tengo con volver a recuperar el aliento.
Llega Carlos y nos hacemos unas fotos juntos.


Comemos algo y decidimos bajar recogiendo al resto de amigos que suben un poco desperdigados. Pedro no venía muy lejos. Después Alberto.
En Rabanal se habían quedado Rafa y Manolo, que bien os lo montáis canallas.
Nos juntamos y bajamos por el Ganso acortando ya camino de casa.
Por mi parte decido redondear la centena yendo hasta Hospital y regresando.
Como hemos disfrutado amigos.
Datos: 85 km 26,0 k/h

Saludos a todos los que nos leen desde fuera y dentro de la provincia.
Y estamos abiertos a todos los comentarios y sugerencias.

Jose – Bk Ast