Una nueva salida nos reúne a un buen grupo de ciclistas en el día de hoy en nuestra salida dominical. Somos los 10 siguientes: Avelino, Manolo, Alex, Javier, Fermín, Carlos, Pedro, Rafa, Manuel y el cronista.
Y mucha suerte ha tenido este cronista de poder hacer esta crónica ya que he sufrido una aparatosa caída que luego os contaré con detalle.
Antes diremos que tal día como hoy un tsunami en Japón se lleva por delante a 10.000 personas y más de 3.000 desaparecidos. Nuestro recuerdo hoy es para ellos.
El día es primaveral, pero todavía la temperatura aconseja llevar algo de abrigo. Nos ponemos en marcha camino de Valcavado. En cabeza Fermín y Carlos con viento de cara marcan medias superiores a 33 km/h. El grupo marcha compacto pero bien atentos porque al ser tantos el riesgo aumenta un poco en los pequeños cortes.
En la recta de Riego Avelino aprovecha para hacer varias fotos.
Se produce un relevo en cabeza, Pedro y Carlos marchan ahora en cabeza y el ritmo sigue siendo alto. Pasamos La Baneza. Y vienen algunos repechos pero los sorteamos bien unidos. Pasamos San Martín de Torres, el desvío de Cebrones y después todo recto hasta Valcavado.
Aquí paramos para evacuar y repostar. El día va mejorando en temperatura.
Tomamos la carretera que va a Zotes del Páramo. Es una carretera algo descarnada y con poco tráfico. A Carlos se le suelta la cámara bajo el sillín y se ve obligado a parar. La mayoría continuamos a la espera de su retorno bajando el ritmo.
Estamos en pleno Páramo de León. Campos de cultivo, desolación y carretera solitaria.
Llegamos hasta Zambrocinos ya con el grupo unido. Después Soquillo y Laguna Dalga.
Después vendrá Santa María del Páramo y pasamos las dos rotondas camino de Hospital de Órbigo. El ritmo se acelera, en cabeza van Pedro y Carlos.
Pasamos Úrdiales y Mansilla del Páramo.
En ese momento yo voy detrás de Pedro que va en cabeza, pero aprovecho un momento para comer una barrita, viendo que me cuesta abrirla me sitúo detrás del pelotón a una distancia prudencial de Manuel, cola de pelotón. Ingiero la barrita y justo cuando dejo el papel en el maillot se produce un frenazo en la parte delantera, yo lo veo claramente pero por detrás Manuel frena demasiado y la bici le hace un extraño yo freno pero al costado de él, Manuel se desequilibra y me tira acabando este cronista en la cuneta derecha del arcén que afortunadamente es de tierra suelta.
Caigo sobre mi hombro malo, el golpe es fuerte pero sin consecuencias graves, he tenido suerte.
La bicicleta está bien, sólo algún desperfecto del ciclo computador.
Raspaduras fuertes en todo el costado izquierdo del cuerpo y culote con maillot rasgado.
El grupo se asusta en principio y me preguntan con desasosiego pero ya empiezan a calmarse poco a poco. Rafa llama por teléfono para que vengan a buscarme, pero decido seguir pedaleando viendo que no es tan grave.
Algún desajuste en el cambio pero por lo demás la bici perfecta. Quien pudiera ser de titanio.
Continuamos pues con precaución, Avelino me hace algunas fotos para el recuerdo y para la crónica más épica de mi vida.
Llegamos a Hospital y giro a izquierdas para coger la N-120 camino de casa.
Dejamos a Manuel en San Justo y llegamos todos a Astorga. Algunos deciden hacer más kilometraje pero en general la mayoría da el día por finalizado.
Las heridas no son graves pero me llevará unos días recuperarme.
Hasta aquí la crónica amigos.
Saludos a todos y hasta la próxima.
Datos: 85 km 30.0 km/h
