viernes, 1 de junio de 2012

CRÓNICA DEL VIAJE A SANTIAGO DE COMPOSTELA




Era ya las 9 de la mañana del sábado 26 de mayo de 2012 cuando nos encontramos en el punto de reunión habitual, enfrente de la estación de autobuses, pero aun faltaba ir a recoger la rica empanada y la fastuosa tortilla de 16 huevos que había encargado nuestro organizador Jandro, luego daríamos buena cuenta de ella como ya os contare más adelante, es curioso pero el nº exacto de huevos que fueron necesarios para llegar a nuestro destino los ocho peregrinos allí congregados, Alberto, Alex, Avelino, Manolo, Jandro, Elías, Agustín (quien conducirá la furgo de Telenauto magistralmente) y yo Rafa, subimos a el Palacio para poder hacer la Foto oficial de Salida y después de repostar la furgo pusimos rumbo a Sta. Colomba, cuando ya eran cerca de las 10 de la mañana, (la próxima vez abra que salir un poquito antes).


Os comentare que el tiempo era agradable para peladear ya que por suerte no hacia calor pero tampoco un frío que nos impidiera ir cómodos, un poco más arriba del cruce que une la crt. de Santa Colomba con la de Rabanal salta una piedra que pisa alguno de mis compañeros trabando la catalina con el cuadro, menudo susto nada mas empezar y pensé que se trataba de una avería importante y que tendría que quedarme allí, pero afortunadamente solo era una piedra, la misma que recogería para más adelante depositarla en la Cruz de Ferro, asta allí todo trascurrió con normalidad pero nuestro chofer se salto la parada y llego hasta el alto de la base de Manjarin, hacia ya mucho tiempo que no subía hasta allí y e de decir que nunca lo había echo en bici, pero si muchas veces en coche ya que mí mili trascurrió en aquel alto “dices tu de mili” que recuerdos de aquellas nevadas que no te dejaban ver el camino, y aquel  ganado que cuando menos te esperabas estaba paseando por la carretera, por cierto que me extraño no encontrase ninguna res suelta  en ese punto. En fin como os contaba, en el alto de Manjarin evacuamos el liquido sobrante y repusimos fuerzas con los ricos pastelillos y plátanos que nos había provisto Jandro, esto era el primer avituallamiento de los muchos que hicimos, os diré que nunca había comido tanto para ir en bici, pero como soy novato en estos menesteres hice caso en todo momento de mis compis y comí mucho (en pequeñas cantidades) durante todo el camino, hasta el punto que creo que me ha salido un lorza nueva, en cualquier caso estoy convencido que unos de los factores decisivos para que pudiera acabar con éxito el camino fue precisamente la buena recarga de pilas que hubo durante toda la marcha.
Prosigo, bajada espectacular desde Manjarin con velocidades muy altas pero prestando mucha atención al firme, pues sabíamos de que la carretera estaba deteriorada por las últimas lluvias, aun así no tuvimos ningún susto. Yo al menos no encontré ningún socavón que no se pudiera esquivar fácilmente y gracias al Santo, ninguno en curvas peligrosas. Ya estamos en Molina Seca lástima no poder tomar  unos vinos en las bodegas, pero otra vez será, la cruzamos hacia Ponferrada y nos hacemos algo de lío en una de las rotondas a la salida para encarar hacia Villafranca, nada mas salir de Ponfe, Alex coge un pedrusco “ para mi que la había robado en la Cruz de Ferro “ bueno el caso que la coge de lleno con la rueda delantera, yo por mi parte la cojo con las dos ruedas saltando por encima de ella y sujetándome a la bici como puedo milagrosamente solo se saldo con un llantazo en la rueda de Alex la cual se sustituyo por otra rápidamente para reparar la suya luego en el alberge.
Continuamos viaje y este trayecto se nos hace algo largo, “como me comentaría más tarde Manolo”, bueno en fin ya empezamos la ascensión a Piedrafita, Manolo y yo aprovechamos para llamar a la familia al comienzo de la ascensión, la cual fue cómoda para mi, por supuesto que iba el último con mi compi Manolo, los demás iban bastante más adelantados excepto Avelino que es como un padre y siempre esta pendiente de sus peques para lo que podamos necesitar, desde luego es un placer contar con una persona tan generosa par salir en bici; en la entrada del pueblo me apeo para estirar un poco las piernas y sacar una foto a Avelino y Manolo, que si no, nunca sale por eso de que el fotógrafo siempre esta detrás de la cámara; pensé que la subida acababa allí pero no, faltaba lo más duro hasta Cebreiro, lo hicimos con entereza pero a nuestro ritmo sabidos que todavía faltaba mucho viaje, una vez llegamos al alto del Cebreiro nuestros compañeros ya casi estaban enfriándose, una foto y desde allí Avelino me indico el Alto del Poio que se divisaba a lo lejos, pero bueno eso seria después de comer.

En el Parque el cuenta marcaba 103 Km, sacamos la intendencia acompañados de unos cuchillos y tenedores de plástico que compro Agustín en Ponferrada pues los de verdad quedaron en casa, ¡que rica estaba la Empanada de Castrillo y la Tortilla de Silva!; aun así no nos dejamos llevar por la gula ya que ir pasados de comida podría perjudicarnos en nuestro viaje, de postre plátanos que nos acompañarían todo el viaje y a algunos unos días mas, pues eran cincuenta los que contamos, y otra media docena por si se acababan, los que añadió Elías.
Rumbo a el alto del Poio, se sube sin problemas nos es así el descenso en el que se pone a llover no copiosamente pero si con fuerza asta el punto que nos manca el agua en la cara, empieza a remitir la lluvia pero deja una fuertes ráfagas de aire que dan de lleno en alguno de nosotros y nos obliga a descender a menos velocidad que la que hubiéramos deseado, ya en el valle que nos lleva  hasta Sarria,  Jandro coge un gran bache y pincha las dos ruedas menudo susto que se llevo, afortunadamente el mecánico en un santiamén le sustituyo las dos por otras, ( eran dos juegos completos los que salieron de Astorga y solo una delantera la que no se uso), después de un rato que personalmente me cundió bastante nos acercamos a Sarria, en un trayecto con subidas y bajadas que ya seria la tónica para el resto del camino, yo empezaba a estar realmente cansado y en una micro parada a Manolo se le empieza a subir la bola, le recomiendo estira un poco las piernas e indicándole como se hace casi me quedo enganchado yo, esta claro que la falta de experiencia se nota y empiezo a pensar que tan peligroso es no hacer estiramientos como hacerlos después de seis horas ya en la Bici. En fin tomamos un gel y conseguimos recuperarnos para subir el último tramo que se estaba haciendo interminable hasta llegar a Sarria, que bien sonaba en aquel momento y que cuesta más fastidiada había que coronar para llegar al alberge, este a 3Km del Pueblo en dirección a Santiago, ubicado en el mismo camino (para viandantes, pues en bici de carretera no se puede seguir por ahí).
Para entonces rondaban la 6 de la tarde y “que gloria” llegar a este precioso, (no se como describirlo, mejor ver las fotos), Hotel – Alberge, en el cual nunca roban y tiene un aparcamiento de bicicletas digno de un Jeque.

Después de la ducha y de los pertinentes estiramientos nos acercamos en la Furgo al pueblo para dar un pequeño paseo y tomar una cervecita, Estrella de 1/3, en botellín, fría y con gaseosa, pues el camarero necesitaba de todas las indicaciones para poder servirnos, allí contamos chistes y anécdotas por doquier, desde luego un rato agradable después del esfuerzo realizado, nos levantamos de la terraza a orillas del río y fuimos a comprar algo para la cena yo pensaba que no sería necesario pues había sobrado bastante comida pero lo cierto es que dimos buena cuenta del ½ Kilo de Jamón cocido y del  queso que allí compramos, ¡Que rico nos supo!.

Segundo Día:

Teníamos dos habitaciones con 4 camas cada una, en una de ellas una avería en sistema acústico nos impidió dormir todo lo bien que deberíamos, la próxima vez me acordare de llevar unos tapones para los oídos, Alex y Yo prácticamente estuvimos de Imaginaria toda la noche y cuando conseguimos dormirnos ya eran la 6:30 de la mañana hora a la que habíamos quedado de levantarnos para el desayuno, programado este al las 7:00 en el alberge, de este os diré que no le falto de nada tanto es así, que ya eran la 7:45 cuando nos levantamos de la mesa y nos dieron rápidamente las 8 cuando nos encaminamos a nuestra 2º y última etapa, Sarria – Santiago, otros 120Km con 1700 m de acumulado que sumados a los 165 Km  y 2300 m del día antes supondrían un desafío para algunos de nosotros, no acostumbrados a esas cifras.
Del segundo día no os puedo contar muchas cosas: un montón de interminables subidas y pronunciadas bajadas, pisando en todo momento el suelo húmedo que deja una lluvia que acaba de pasar por allí pero que no nos alcanza asta aprox. 40 Km de Santiago, si que recuerdo que tuvimos que preguntar para coger la dirección a Santiago en una Aldea, más bien por miedo a tener que desandar lo andado que por que realmente el Guía estuviera confundido, la furgo que en la salida de la N630 se confundió y tiraba dirección a la autopista, enseguida Avelino fue a su encuentro y, como no, llegamos a Melide en el cual esta la Pulpería de la cual Manolo me hablado en innumerables ocasiones, “que pena de no tener tiempo para degustarlo”, como os decía el tiempo que a la salida agradable con sol y 10º de temperatura se fue turbando y provoco que no disfrutáramos tanto como en otras ocasiones del paseo y de, cómo no, el magnifico paisaje que supone siempre Galicia, lastima que sin ese clima  no podría tener la belleza que tiene.
En muchos de los pueblos que pasamos era día de mercado y alegraba la vista ver tanta gente en los pueblos aunque en algún momento nos dificultaba el circular a la velocidad deseada por las travesías de estos.
 En un momento del viaje era ya tediosa la monotonía de subidas y bajadas  que yo le iba cantando a mi compi 40Km a lo cual el respondía 20 bajando y 20 subiendo y así asta que ya vi el cartel de 15 a Santiago, menuda subidita para rematar y que mal señalizada la entrada, tanto que hasta nuestro Avelino se metió en la Auto-vía del Aeropuerto, menos mal que paro y la Furgo lo rescato enseguida, desde ese punto solo recuerdo la enorme alegría de por un lado no subir mas cuestas y por  otro estar a punto de concluir la que para mi ha resultado una aventura que no podré olvidar en mucho tiempo.
Pero esto no acaba menuda trompa que nos empezó a caer, parece mentira, más de una cuarta en algunas calles, la gente nos mira con cara rara y eso que están más que acostumbrados a ver gente en bicicleta lloviendo, pero aquello no era normal éramos auténticos buzos. Habíamos estado hablando por el camino de que podíamos buscar algún sitio que nos alquilara unas duchas para adecentarnos a la llegada y creerme que no hizo falta, lo mejor faltaba por llegar; la plaza del Obradoiro y Nuestras Familias, que habían acudido por la maña en el autobús que fleto el club, que alegría amigos y que momento para repetir algún día, desde luego MERECIÓ LA PENA.

Después de adecentarnos entramos en la catedral a besar al Santo.
De allí nos fuimos a comer una señora comida que Jandro encargo, estaba todo buenísimo y un buen vino, ya que no teníamos que conducir no nos preocupaba.

Eso si en el momento que entramos en el autobús  nos relajamos. Así que a las nueve de la tarde ya estábamos todos en Astorga, cansados pero contentos y deseando repetir.


Rafa




Aquí teneis el vídeo que ha preparado Avelino.



1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente, es uno de mi equipo favorito. Yo fui, y le recomiendo que Planifiquen con anticipación el alojamiento necesario en el avión. Espacio para libros y otras cosas, o solicitar asientos en la primera fila para tener espacio extra. Si necesitas llevar algún material médico durante el viaje, llama a las aerolíneas para verificar si califica como equipaje de mano (no sería bueno enterarte de lo que es aceptable y no, a medida pasas a través de la seguridad del aeropuerto.
Fuente: galapagos island tours cost

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